Hyvää Joulua!

¡Vaya, cómo ha pasado el tiempo! La última vez que me pasé por aquí era mayo y poco a poco ya estamos casi en Navidad, esa época tan especial sobre todo en la parte del mundo sobre el que habla este blog: Laponia. En la Laponia finlandesa y más particularmente a unos kilómetros de Rovaniemi se encuentra el Círculo Polar Ártico (Napapiiri), lugar en el que Papá Nöel (Joulupukki) tiene su lugar de residencia y donde se encuentra su taller de juguetes. Es desde allí, donde comienza su viaje todos los años para recorrer el mundo dejando regalos en cada hogar, y el lugar en el que con ayuda de sus duendecillos fabrica todos los juguetes que entrega en Navidad.

Sería impensable no mencionar a este importante personaje finés en estas fechas del año. Desde luego, son miles y miles las cartas que Joulupukki recibe cada año desde todas las partes del mundo. Sin embargo, son también miles las cartas que nuestro querido amigo envía desde Napapiiri a cientos de países del mundo. Hace una ilusión tremenda recibir una carta desde el Ártico, así que si quieres recibir la tuya o quieres que algún amigo la reciba aquí te dejo dos direcciones desde las cuales puedes darle una sorpresa especial a niños y mayores por Navidad.

La primera de ellas es la siguiente: http://www.santagreeting.net/. Un sitio web en el que puedes ordenar tu envío a cualquier país, además allí también encontrarás cartas escritas en diferentes idiomas para que no tengas ningún tipo de problema. El otro sitio web en el que podrás encontrar información acerca de cómo enviar tu carta es este: http://kampanja.posti.fi/joulupukinpaaposti/eng/. La oficina de correos oficial del Círculo Polar Ártico (Joulupukin Pääpostiin).

Aprovecho la oportunidad para desearos una feliz Navidad (Hyvää Joulua) a todos. Aunque ya esté de vuelta en España el espíritu finés sigue presente así que sigamos llevando su cultura a Erasmus, estudiantes o lectores que de vez en cuando os dejéis caer por aquí, ¡disfrutad de estas fiestas!.

Homenaje

Aún recuerdo, siendo muy pequeñita los dibujos animados que retransmitían por televisión durante mi infancia. En realidad, creo que todos los recordamos porque llenaban de imaginación y de ilusión todas nuestras tardes de juego y nuestros ratos libres. Y  también supongo que muchos de vosotros no sabréis porqué hablo de dibujos animados infantiles en un blog sobre Finlandia y sobre mi experiencia Erasmus.

Mis tardes siendo niña estaban ilustradas por unos pequeños hipopótamos/trolls de color blanco que vivían en un castillo situado en un valle finlandés, se llamaban los Moomins. Y cuál fue mi sorpresa al aterrizar por primera vez en Helsinki y llegar a la terminal cuando vi  una tienda oficial de los Moomins con todo lujo de detalles, con merchandising de todos los personajes y con una gran acogida por turistas y visitantes. La verdad es que llegar a un país extranjero en el que vas a pasar unos meses Erasmus y encontrarte con recuerdos e imágenes tan entrañables hicieron de esa complicada tarea algo más sencilla y divertida. ¿Y qué hacían los Moomins en Finlandia? Recorriendo el país y llegando hasta mi ciudad de destino, Rovaniemi, vi que en gran cantidad de centros comerciales había productos de estos simpáticos trolls y me empecé a interesar a cerca de su origen.

Los Moomins son unos dibujos animados finlandeses creados en la década de los 90 por su autora Tove Jansson. Una finlandesa de habla sueca que además de dibujante también forma parte de la literatura finesa por el gran número de aportaciones con las que  ha contribuido a la misma. En particular, este año se celebra el primer centenario de su nacimiento (1914-2001) y con este motivo se están llevando a cabo exposiciones y coloquios en todo el planeta acerca de esta importante autora, símbolo de la literatura de este gran pais y cuyas obras son consideras grandes exponentes literarios sólo por debajo de Waltari y Kalevala.


Gracias Tove, por ilustrar tantas y tantas ilusiones, por hacer de la literatura una dimension en la cual imaginar nuevas emociones y crear en mi tantas vivencias que nunca olvidaré porque a pesar del tiempo siempre recordaremos aquello que de niños nos hizo sonreir y que todavía hoy recordamos con cariño y entusiasmo, y finalmente porque creo que no habría llegado a ser la que soy sin compartir con esta pequeña familia tanto como me hicieron sentir, kiitos tytot Tove.