domingo, 9 de septiembre de 2012

66º 32´ 35´´ latitud Norte

Si a cualquier persona le comentas que has ido al Círculo Polar Ártico en bicicleta, con mucha seguridad todo el mundo creería que es un broma o que eso sólo sucede en las películas de ficción; sin embargo en Finlandia nada es lo que parece y la realidad supera con muchas expectativas todo lo que alguien puede esperar.

Pedaleando y con mucho esfuerzo poco a poco fuimos subiendo hacía la cima del mundo; ese lugar situado tan al Norte del globo terráqueo en el que el Sol nunca se pone durante un día en verano y donde nunca sale por lo menos durante un día en invierno. Puede parecer impresionante como la física, la geometría y la aritmética se ponen de acuerdo para que la naturaleza y otras muchas ciencias de la tierra al unísono decidan cuando la luz y el Sol brillen o de lo contrario se escondan, pero la realidad cuenta que las poblaciones allí situadas (entre ellas muchas samis) han vivido estas transformaciones propias de la madre naturaleza y que sólo ella podría llevar a cabo.

Desde el punto de vista geográfico la gran mayoría del Círculo Polar Ártico está ocupado por el Océano Glaciar Ártico. Hay muchas poblaciones asentadas en este lugar tan peculiar y muchos países se disputan sus territorios más allá donde acaba el horizonte. Estos organizan expediciones cartográficas hasta allí para reclamar lo que les pertenece. Entre estos se encuentran Noruega, Suecia, Finlandia, Rusia, Estados Unidos, Canadá, Groenlandia e Islandia.

Llegar hasta allí, ver una línea blanca pintada en el suelo con la inscripción "66º 32´35´´" y sentir que eres afortunada por haber llegado a un lugar tan inhóspito y que tantas personas hubieran deseado visitar. Reconocer esa mezcla de emociones entre alegría, ilusión y felicidad y acodarte de todos aquellos que por unas razones y otras no están ahí contigo en ese momento, pero que sin embargo hubieran disfrutado de un instante como ese.

Paralizante para los sentido fue cruzar esa línea que divide el mundo. El mundo en el que hemos nacido, crecido, en el que nuestros padres nos han enseñado y en el que poco a poco nosotros hemos aprendido. Al otro lado te esperan los renos, los gélidos inviernos polares, las tribus samis y las frías brisas de invierno, los glaciares y los trineos...a qué esperas para conocerlos?




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